El mundo literario y político de habla hispana despide al Nobel peruano, que falleció a los 89 años en su casa en Lima, rodeado de su familia. Más allá de sus novelas icónicas, fue un intelectual combativo, crítico del autoritarismo y voz firme de la democracia en América Latina. Su muerte marca el cierre de una era para las letras y el pensamiento libre de la región.
El mundo literario y político de habla hispana despide al Nobel peruano, que falleció a los 89 años en su casa en Lima, rodeado de su familia. Más allá de sus novelas icónicas, fue un intelectual combativo, crítico del autoritarismo y voz firme de la democracia en América Latina. Su muerte marca el cierre de una era para las letras y el pensamiento libre de la región.